lunes, 22 de abril de 2013

Filosofía Posmasturbatoria



Gotas de cristal líquido se deslizan por el tejado gris de mi casa, bañan los musgos de los viejos palos que sostienen sobre mi cabeza esa ilusión de seguridad que inspira el techo, ese fugaz resguardo donde en silencio fumo mis sueños a bocanadas generosas… Café negro, delicioso aroma que puedo oír, sorberlo por mis oídos junto al sabor de los cristales, de las piedras, del frio, ese frio con sabor a soledad amable y regordeta.

¿Has sentido esa soledad apacible y placentera mientras te cortas las manos para que los sueños broten de tu interior?, es una soledad tan sublime, tan hermosa, tan súbita y absurda que solo puede maravillar. Estas solo, en medio de la nada, rodeado únicamente por 6.973.738.433 millones de calaveras caminantes, merodeando de aquí para allá, y de pronto te encuentras sumido en una reflexión tan profunda, estas tan absorto en un mar de kilómetros de sueños de papel, de escarcha, de espuma, de caramelos, de basura inclusive… Un mar donde te sumerges con la suficiente audacia como para no poder decir una sola palabra, y en silencio, admirar los matices inconclusos de tu propia y absurda existencia…

Los sabores de ese mundo solitario, su olor, su textura y sus colores jamás podrás expresarlos cuando regresas al mundo “real” cuyos acontecimientos parecen sacados del más paupérrimo libreto barato, sucio y despreciable que jamás podría alguien leer, sin embargo en el profundo color de tus propios ojos, en ese negro azabache, azul espectral, verde universal, café y petróleo, en esos ojos durmientes que se posan sobre las estrellas de tus miedos, que cabalgan entre materia inconclusa, entre tu alma, en esos ojos ahogados donde se vive la sinfonía eufórica de un ser imposible, de tu verdadera forma y color, los deseos y las telarañas, estas desnudo sin posibilidad de cubrirte, porque todo eso que tanto anhelas y que tanto temes, todo eso está allí…

Entonces solo podrás estar realmente en compañía, cuando mires esos ojos emparamados de palabras, caricias, sueños, fulgores y nubecillas… esos ojos de tu alma gemela… Soledad… Ella y tu...

Febrero 2 de 2013
Wilmar Ortiz

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