Mi mente es una especie de costal ropavejero, donde guardo ideas e ideas por montones, las hay chuecas, torcidas, atravesadas, algunas ya dañadas e inservibles, otras como nuevas... Las hay de todo precio y para todo público... Sin dudas, me gusta cuando meto mis manos en ese costalito de memorias y saco una que otra idea para materializarla... Lo que siempre me recuerda que mi esencia sigue ahí plantada en el fondo del costal y va echando raíces con obstinada premura... qué bien... en el fondo creo que nunca me faltará una buena musa de inspiración para extruir de mis manos, de mi voz y de mi ser un poco de la naturaleza sórdida y a la vez maravillosa que me compone...
Junio 26
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