lunes, 3 de junio de 2013

Ley de Atracción: Ciencia aplicada "al amor"



Y como la naturaleza y sus leyes son absolutas en la mayoría de los casos, ahora comprendo mejor la ley gravitacional (que designaré ahora de atracción)... Es simple, la fuerza "mística" que atrae dos "cuerpos" está directamente relacionada con el "tamaño" de ambos y la distancia que los separa... Ahora supongamos que estamos hablando de "corazones", el mio es muy grande (y el tuyo considero que también), pero entre más lejos se encuentren uno del otro, por ley, menor será la atracción que ejerce sobre el mio y "del mismo modo en el sentido contrario"... Así las cosas, tarde o temprano la atracción será "despreciable" y no habrá más unión... El punto es, que cuando dos "cuerpos" comienzan a atraerse, la reacción natural es que esto tienda a una unión, una fusión inevitable de ambos, a menos que uno de ellos cambie su polaridad o mejor (peor) aún, que otro "cuerpo" surta los mismos efectos sobre uno de ellos, entonces, las únicas formas de un alejamiento más poderoso que la atracción son esas... Finalmente, lo cierto es que el "universo" sin duda es vasto y lleno de maravillas, y muy seguramente, al abandonar tus órbitas, temprano o tarde, otro "cuerpo" atraerá mi "cuerpo" y quien sabe, podría ser una danza cósmica de giros y acercamiento hasta chocar y fundirnos, o simplemente un paso orbital compartiendo fuerzas interiores, donde solo unos roces provoquen huellas en ambos como recuerdo de que alguna vez "yo" pase muy cerca de allí... Podrían explicarse con esta mera ley natural muchos fenómenos relacionados, por ejemplo, por qué cuando un cuerpo se ha alejado el otro le sigue aún atraído y muchas otras cosas que no pienso extender aquí... El punto es que hay que procurarse un buen viaje en este cúmulo de universos paralelos, de cuerpos y atracciones y no luchar contra las leyes de nuestro sabio cosmos, si algo (alguien puntualmente) se aleja, correr tras ello solo será un desgaste innecesario de energía, no como el sabio planteamiento de Eduardo Galeano sobre la Utopía, sino simplemente un obstinado intento de violar la ley natural haciendo primar sobre todo nuestro limitado y terco parecer... Fluir con el universo, no forzarse con el universo, evitar al máximo la fricción y que exista solamente cuando dos cuerpos quieran fundirse en un crisol de sentimientos, pasiones y delirios... El universo nos enseña a vivir, ahora, es turno mio (y de cada quien) el poner en práctica las enseñanzas ancestrales que nos revela.

Junio 03 de 2013

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