domingo, 2 de junio de 2013

Yo soy un hombre muy rico y vendedor de valores; vendedor de ilusiones.

Yo era un rico y vendía riquezas, un día fié varias y no me las pagaron; yo era un hombre justo y vendía justicia y nunca me la robaron. También fui vendedor de ilusiones y muchas me compraban, quise ser un vendedor de cariños y uno que otro me pagaba; vendí pensamientos y antes de pagarlos pensaban en que nunca se podía comprar o vender los pensamientos y no me compraron, desde hoy no los vendo, no presto y no regalo mis pensamientos, mis virtudes mis afectos y mi ego, no los vendo, hoy los cuido y los mantengo muy en alto. Quiero volar tan alto así no tenga alas, pero la mente y todo esto me hace sentir muy alto, primero pienso y luego vendo. Todo esto no tiene valor en pesos; el valor en una satisfacción inmensa, gracias a Dios. 



Autor: Ramón Alveiro Ortiz Hurtadoç
Mi padre

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